
¿Cuál es la solución a la problemática?
- Permitir que Dios restaure el espíritu humano. El ser humano no puede ser gobernado por otro ser humano, solo cuando regrese a Dios y sea él.
- Enseñar los principios, los cuales se reflejan en la conducta.
- Vivir bajo el gobierno teocrático, es decir el gobierno de Dios, pues se necesita poner en práctica los 10 mandamientos.
- Difundir en las nuevas generaciones este estilo de vida, es decir a través del ejemplo.
- El cambio empieza en uno mismo, muchas veces nos dedicamos a impartir conocimientos que impartir formación.
- El temor no es miedo, sino es el respeto a Dios.
- Para formar valores en una persona es necesario que se le permita a Dios gobernar y dirigir.

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